Actualizando
a Assimov
La
última pregunta se formuló por primera vez en 2043, antes de que la última
lámina de grafeno se volatilizara en las manos de Iksen, “¿qué es el
conocimiento?”. La humanidad había confinado los pilares de la “cultura
innovadora” sobre estas finas láminas que desprendían pequeños puntos de luz,
cegando el discernimiento del saber.
Era
2036. Iksen y Yuri eran asistentes asiduos en la Facultad de Programación
Neurolingüística de la universidad de Alicante. Como estudiantes, habían
naturalizado el proceso de adquisición de conocimiento a través de unas láminas
de grafeno. La inmensa cantidad de información que éstas podían albergar se
contenía en finos haces de luz. Nada dentro de lo humano era capaz de retener
tanta información. Los constantes ataques contra el aprendizaje memorístico en
los últimos veinte años, les había dado la opción de participar el en proyecto
MAE, ‘Memoria Artificial Enriquecida’. Su función dentro del plan era diseñar
un proceso de autoajuste y autocorrección instantánea de la información
contenida en aquellos puntos lumínicos.
En
mayo del 2038 se produjo la celebración del esperado proyecto. Por fin la
humanidad poseía un sistema de almacenaje inteligente que se ejecutaba a la
velocidad de la luz. Se había reunido a profesionales de todas las áreas de conocimiento
para ser testigos del mayor hito tecnológico del momento: médicos, físicos,
matemáticos, informáticos, ingenieros, historiadores… En medio de aquella
algarabía Iksen observó que su amigo Yuri tenía la mirada perdida.
- - Parece mentira que al fin lo hayamos
logrado ¿verdad? , ¿En qué estás pensando? ¿Yuri?
- - Perdona… estaba cuestionándome sobre la
dirección que estamos tomando.
- - ¿A qué te refieres?
- - Durante años el ser humano ha construido
conocimiento a partir de su reflexión, de la combinación de saberes que ha ido
adquiriendo a lo largo de su vida. Podemos nombrar a personajes ilustres de cualquier nacionalidad como máximo exponente de este hecho, pero… ¿qué pasa con
el resto? Una persona se puede definir por muchas cosas, pero… en mi opinión,
especialmente se define por lo que piensa. “Pensar”… como diría un profesor de
la antigua facultad de Letras y Filosofía: “pensar” viene del latín PENSARE,
que significa ‘pesar’ ‘calcular’. De ahí deducimos que “pensar” es el resultado
de poner en la balanza memoria y adquisición, pero ¿cómo pensarán ahora los
alumnos si tienen un soporte que lo haga por ellos?
La
pregunta no era gratuita. Durante muchos años se había especulado con el
aprendizaje de los alumnos por lo que la tecnología se había convertido en un
negocio muy rentable.
- - Bueno… ya sabes… “dale un pez al hombre
y comerá hoy. Enséñale pescar y comerá todos los días”- dijo Iksen con una leve
sonrisa.
- - Espero que no nos hayamos equivocado de
caña – contestó Yuri observando la multitud que se apiñaba alrededor de decano
de la universidad.
El
MAE X38 se puso en funcionamiento en todos los centros educativos del país. El
resultado no se hizo esperar. Los proyectos educativos eran cada vez más
creativos, los alumnos estaban totalmente implicados y los docentes se habían
convertido en “marcadores de páginas”, por lo que su trabajo se había visto
simplificado a la creación de proyectos cooperativos. Toda la información del
universo se hallaba en una lámina de no más de 0,5 milímetros de grosor.
Hacía
un día espléndido en el parque de Lo Torrent en San Vicente del Raspeig. Una
mariposa amarilla se posó sobre una fina hoja verde. Lilian no pudo contener
las ganas de querer atraparla, pero cuando se acercó a ella con la impulsividad
propia de los infantes, la mariposa batió sus alas en busca de un lugar más
apacible.
- - ¡Se me ha escapado! ¿Cómo puede ser que
sea más rápida que yo? – dijo la pequeña con cara resignada.
- - Ay, pequeña Lili… hay muchas cosas que
son más veloces que el ser humano. Los insectos son unas de ellas – dijo su
madre con ternura.
- - ¿Sí? Pero… ¡yo corro más rápido que una
mariposa! – dijo la niña de forma vehemente.
- - No se trata de lo rápido que vayas,
cariño, sino del camino que recorras en ese tiempo ¿entiendes?
Iksen levantó la mirada de su
dispositivo móvil para reflexionar sobre lo que acababa de escuchar. “Tal vez
la tecnología vaya más rápido que nosotros. ¿Y si Yuri tiene razón?”
Eran las 7:30 de la mañana, Iksen
se dispuso a visualizar las noticias en proyector holográfico.
El
ciberataque informático “Wannadie” se extiende a nivel mundial.
Lo que en un principio parecía una
amenaza local en España se ha convertido en un ciberataque a nivel mundial que
se ha extendido por el sistema de salud de Reino Unido y que ha afectado en
distintos niveles a EEUU, Canadá, Rusia, China, Italia o Taiwan. El ataque ha
aprovechado una brecha de seguridad de la que Microsoft había alertado el 14 de
marzo…
Iksen salió corriendo para la
facultad. Su Camarudo se hallaba en el taller, así que buscó a través de su
dispositivo móvil la forma de conseguir un taxi. Pero cuando intentó acceder a
través de la lámina de grafeno al servidor principal, esta desintegró en sus
manos. “¡No puede ser! El virus informático afecta también a la materia orgánica.”
En ese momento Iksen sintió que se les había escapado su mariposa amarilla.
Corrió hacia la Universidad. Cuando
llegó allí, encontró a Yuri y otros ingenieros discutiendo acaloradamente sobre
lo que estaba pasando. El decano apareció con un semblante airado.
- - ¿Qué demonios significa esto? ¿No se
supone que nuestro sistema era seguro e infalible? – parecía que los ojos se le
saltaban de sus cuencas.
- - Usted conocía perfectamente los riesgos
de contener un soporte de estas magnitudes, Ludov – dijo Blay, el técnico
superior en electrónica.
- - Hemos querido defender un castillo con
tirachinas. ¿Qué harán ahora nuestros alumnos que no tienen ninguna fuente de
información? – dijo Yuri.
- - Usted siempre pensando en los alumnos,
señor Cassen – dijo el decano. Esto va a costar mucho dinero a la Universidad y
un desprestigio en la comunidad científica. ¡Los alumnos, que se apañen!
Yuri
se abalanzó sobre el decano con la intención de pegarle, pero en ese mismo
momento Iksen le cogió el brazo. “No lo hagas, Yuri. Intentemos reparar el daño
por nuestros alumnos. Por ellos intervinimos en el proyecto”.
Iksen
y Yuri se alejaron de la masa de quejas y gritos desesperados.
El
proyecto MAE X38 tuvo una vida de 7 años en la Educación. A pesar de las
constantes revisiones y ajustes del sistema, no se lograba nunca alcanzar un
nivel aceptable de seguridad.
Era
una mañana de 9 de mayo de 2043. Iksen se hallaba dando clase en la Facultad de
Programación Neuroligüística:
-
“Cuando la tecnología supera al hombre,
sucede lo mismo que si naufragásemos en mitad del océano. ¿Quién puede
controlar la marea? Intentamos diseñar dispositivos cada vez más precisos a la
hora de ofrecernos la información que requerimos, pero ¿dónde queda nuestra
memoria en todo esto? ¿En qué nos convertimos? ¿Quiénes o qué pasamos a ser?”
Era
la hora de salir. Iksen sacó una lámina de grafeno y la mostró a los alumnos.
En ese momento lanzó la última pregunta: “¿Qué es el conocimiento?”. La lámina
se volatilizó en sus manos.
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