13 de mayo de 2017

Narrativas escolares. Observación de una sesión de Lengua y Literatura en la ESO

La situación que voy a describir a continuación consta de un ejercicio inicial del cual mi tutora estuvo extrayendo otros ejercicios de índole lingüística. La actividad inicial consiste en la realización de un dictado sobre un fragmento de teoría del libro de texto. Desde un punto de vista psicolingüístico, el dictado se configura como una actividad compleja, ya que intervienen las dos tipologías de la lengua: oral y escrita, amén de las relaciones implícitas en ellas. Cuando realizamos un dictado se muestra el dominio que el alumno posee de ambos tipos. Cuanto mayor sea el grado de conocimiento de éste sobre los mismos, mayor será el éxito conseguido. No existe sólo un tipo de dictado. En las prácticas tuve la oportunidad de ver dos tipos: uno tradicional – que es el que voy a explicar – y otro lúdico, por imágenes, a través del cual la profesora iba dictando unas órdenes de cómo hacer un dibujo y al final se confirmaba si había salido igual que el del texto original.
La Edad Media está comprendida entre el siglo V y el XV, fecha en que surge el Renacimiento. Encontramos tres rasgos esenciales en esta época: la convivencia de diferentes culturas (cristiana, musulmana y hebrea), todas ellas muy unidas por la Escuela de Traductores de Toledo, lugar de cooperación entre ellas y de intercambio cultural. Pese a esta aparente buena relación, la Edad Media se caracteriza por una gran actividad bélica (en especial, La Reconquista), puesto que no vivieron siempre en armonía. Por ello fue muy importante la nobleza, que se dedicaba a luchar. Eran conocidos como caballeros, que representaban el arrojo, la lealtad y la valentía en la guerra. Su tarea era defender el territorio[1].
En mi opinión, del fragmento escogido se trabajaban diversos aspectos de la gramática: morfología, sintaxis – en cuanto a la construcción de las definiciones -, ortografía y fonética. A partir de este dictado, la profesora realizaba una concatenación de ejercicios para trabajar la gramática. Como el tipo de ejercicio gramatical que voy a exponer es el mismo que realizó mi tutora, para no ser repetitiva, los ejercicios propuestos los haré directamente sobre la modificación que realizaría.
Mi modificación versa sobre el tipo de texto, esto es – y soy ferviente partidaria de ello – trabajaría con textos de las lecturas obligatorias, en este caso La Celestina ya que se consigue trabajar todos los puntos anteriores y además abarcar el ámbito literario, pudiendo explotar otras vertientes como el léxico medieval, la sintaxis medieval, la actitud de los personajes en la obra – se remarca así la complejidad de Celestina –. Así mismo, es posible la exploración de una de las vertientes didácticas como es la educación en valores – aspecto que yo trabajé personalmente con ellos –. A través del fragmento se abre una tertulia del tipo de sociedad reflejada en la Celestina, una sociedad en transición, en donde la mujer ya no juega un papel pasivo, sino todo lo contrario, ella misma es dueña de su independencia, aunque no totalmente. Pero sin duda todos los personajes femeninos de esta obra así lo reflejan, incluido el suicidio de Melibea. Éste fue un aspecto que cuando lo expliqué en clase, gustó mucho.
A continuación, escogeré un fragmento de La Celestina, lectura obligatoria para 3º de la ESO:
CELESTINA.- No, hijo, ni Dios lo mande que yo tal cosa levante. Que muchos viejos devotos había con quien yo poco medraba y aun que no me podían ver; pero creo que de envidia de los otros que me hablaban. Como la clerecía era grande, había de todos: unos muy castos, otros que tenían cargo de mantener a las de mi oficio. Y aun todavía creo que no faltan. Y enviaban sus escuderos y mozos a que me acompañasen y apenas era llegada a mi casa cuando entraban por mi puerta muchos pollos y gallinas, ansarones, anadones, perdices, tórtolas, perniles de tocino, tortas de trigo, lechones. Cada cual, como lo recibía de aquellos diezmos de Dios, así lo venían luego a registrar, para que comiese yo y aquellas sus devotas. ¿Pues, vino? ¿No me sobraba de lo mejor que se bebía en la ciudad, venido de diversas partes, de Monviedro, de Luque, de Toro, de Madrigal, de San Martín y de otros muchos lugares; y tantos que, aunque tengo la diferencia de los gustos y sabor en la boca, no tengo la diversidad de sus tierras en la memoria. Que harto es que una vieja, como yo, en oliendo cualquiera vino diga de donde es.

Tras una corrección de los posibles escollos ortográficos de los alumnos – 0’25 por cada falta –, se abre la puesta en común con el texto:
¿Qué habéis entendido del texto? (feedback inicial)
¿Qué diferencias hallas entre Celestina y el prototipo de mujer medieval? (Pueden hacer referencia a películas que hayan visto, estereotipos obtenidos de cuentos, etc. Todo ello nos ayudaría a deducir que en La Celestina, se presenta un tipo de mujer y, por extensión, un tipo de sociedad diferente, esto es, la transición de lo medieval a lo renacentista. Celestina se presenta como una mujer vivaz a pesar de su edad, con un inteligencia vital que es independiente económica y moralmente en contraposición de los tipos de mujer medievales.)
Tras una leve conversación que les ponga en situación – con ello hemos empezado a trabajar el contenido literario – pasamos al lingüístico, siempre con el mismo texto.
La siguiente actividad sería: “De  las siguientes palabras – marcadas en negrita – escribe una definición a modo de diccionario”. Con esta actividad se trabajaban diversos aspectos: el conocimiento morfológico de los alumnos, el registro en su discurso escrito, así como parte del léxico social medieval. Tras determinar el tipo de palabra que es – sustantivo, adjetivo, etc. – deben escribir una definición de un par de líneas. Lo interesante es que están obligados a utilizar una fórmula formal – o abstenerse ella – para la definición y así evitar los típicos “es cuando…” He aquí algunos ejemplos:
-          “Clerecía”: Sustantivo común, colectivo, concreto. ‘Dícese del conjunto de personas de oficio religioso que forman la institución de una religión’.
-          “Escudero”: Sustantivo común, individual, concreto. ‘Aplícase a aquellas personas que servían a los caballeros’.
-          “Devota/o”: Adjetivo en grado positivo. ‘Persona que tiene devoción por algo o alguien’.
Seguidamente, se les pide a los alumnos que rescriban el dictado pero el significado de las palabras debe ser el contrario, cuando fuera posible, aunque el sentido original a veces se mantenga – de ahí la magia del lenguaje, recurso que aparece en alguna ocasión en esta obra -. De este modo, se les obliga al uso de antónimos y adverbios de negación – “no”, “tampoco” -. Destacaré las palabras cambiadas en negrita:
CELESTINA.- , hijo, que Dios lo mande que yo tal cosa tape. Que muchos jóvenes ateos había con quien yo mucho medraba y aun que no me podían ver; pero creo que de admiración de los otros que me hablaban. Como la clerecía era pequeña, no había de nada: unos muy libertinos, otros que no tenían cargo de mantener a las de mi oficio. Y aun todavía creo que no faltan. Y apreciaban sus escuderos y mozos a que me dejasen y apenas era llegada a mi casa cuando salían por mi puerta pocos pollos y gallinas, ansarones, anadones, perdices, tórtolas, perniles de tocino, tortas de trigo, lechones. Cada cual, como no lo recibía de aquellos diezmos de Dios, así no lo venían luego a registrar, para que no comiese yo y aquellas sus devotas. ¿Pues, vino? ¿No me sobraba de lo mejor que se bebía en la ciudad, llevado a diversas partes, de Monviedro, de Luque, de Toro, de Madrigal, de San Martín y de otros pocos lugares; y tan pocos que, aunque no tengo la diferencia de los gustos y sabor en la boca, no tengo la diversidad de sus tierras en la memoria. Que maravilloso es que una joven, como yo, en oliendo cualquiera vino no diga de donde es.
Finalmente, se les pide a los alumnos que piensen algún sinónimo de los términos destacados – subrayados – enriqueciendo así el vocabulario de los alumnos:
-          “Viejo”: anciano, senil, abuelo, vetusto …
-          “Medraba”: prosperaba, mejoraba, enriquecía …
-          “Envidia”: celos, rencor, tirria …
-          “Diezmo”: impuesto, tributo …
Este tipo de actividades se realizaron dentro de una sesión rutinaria de clase. Los alumnos hacía poco que habían realizado un examen y mi tutora me explicó que para no agobiarles con la entrada del nuevo tema, realizaban este tipo de actividades. La respuesta de los diferentes grupos en los que se realizaba este tipo de actividades era, en general, bastante buena. En ocasiones, la búsqueda de sinónimos se hacía complicada. Recuerdo que una vez tuvieron que pensar un sinónimo de la palabra “mar” – para 4º ESO- . En ese momento pensé que era un nivel muy difícil para ellos, y así fue. La profesora tuvo que admitir sinónimos bastante alejados como “océano”. No obstante, creo recordar que hubo un alumno que consiguió el término correcto: “piélago”.
A lo largo de mi experiencia en las prácticas pude realizar numerosos ejercicios de escritura creativa – algunos de ellos sacados de las clases del máster – y puedo decir que, en general, no detecté faltas de ortografía graves, lo cual me sorprendió bastante ya que llevo mucho tiempo como profesora particular y he visto de todo, ortográficamente hablando. Sí que detecté algunos problemas de coherencia textual en determinados momentos, por lo que deduje que no se practicaba lo suficiente este tipo de ejercicios o no se leía lo suficiente. En general, la experiencia fue muy positiva.
En cuanto al uso de las TIC, fue ausente durante todo el período de prácticas. La metodología de mi tutora era muy eficaz, pero tradicional. Por otro lado, la tecnología que disponíamos en clase era escasa: un ordenador, un televisor y un proyector – éste último no lo vi utilizarse nunca porque el televisor ya ejercía esa función al estar conectado al ordenador -. La carencia de dispositivos tecnológicos que permitiesen una clase más “actual”, era suplida con la maestría del método docente de mi tutora. Realmente conseguía atraer la atención de sus alumnos y estimularles con diversas actividades lúdicas, siempre de índole lingüística como son los anagramas, dictados lúdicos, el juego “tabú” colectivo, etc.
No obstante, siguiendo la línea del dictado del fragmento literario, una posible propuesta TIC para enriquecer esta actividad – con los medios de los que disponíamos en clase – hubiese sido ver un fragmento de la película de Gerardo Vega, La Celestina, en el que se muestre el carácter de la nueva sociedad, en especial el de las mujeres y así el calado literario es mayor. Además podemos trabajar con las actividades interactivas que nos ofrece la editorial SM, siempre y cuando todos los alumnos tengan a su disposición un ordenador en casa desde el cual puedan acceder a las mismas. No siempre se da el caso.
Como sí se suele dar el caso que todos los alumnos poseen móviles inteligentes, con el permiso del director – los móviles están prohibidos en este instituto – podemos realizar una actividad con la app 30hands la cual se trataría de una narración interactiva sobre un fragmento que ellos hayan escogido o sobre los diferentes dictados de las obras que hayamos realizado. De esta manera trabajamos todas las destrezas lingüísticas de una manera divertida, diferente y flexible, puesto que una vez aprendido el uso de esta aplicación, los alumnos pueden continuar su trabajo en casa o en cualquier lugar.




[1] Como no poseo el texto original, he escogido éste:https://ejercicios3eso.jimdo.com/2014/11/16/la-literatura-de-la-edad-media/

No hay comentarios:

Publicar un comentario