La lectura ha sido una actividad que ha marcado todas las fases de mi vida
pero no de manera uniforme y continua. Hubo periodos de mayor intensidad
alternados a otros de “sequía”. La época en la que manifesté menos interés
hacia la lectura fue cuando iba a la escuela secundaria, digamos desde los 14
hasta los 17 años, debido a varias razones (preferencia hacia escuchar música o
mirar la TV, actividades al aire libre, salidas con amigos o simplemente porque
lo veía como algo impuesto por la escuela). A menudo los profesores nos
mandaban la lectura de novelas como tarea para casa o para las vacaciones de
verano y eso hacia menguar considerablemente mis ganas de leer, suscitando
incluso sensaciones de aburrimiento y rechazo.
Cuando iba a la escuela primaria, por lo contrario, debido a la fuerte
influencia de mi hermana mayor que siempre ha sido una asidua lectora desde que
aprendió a leer, me interesé por la lectura de novelas juveniles tal como Oliver
Twist de Charles Dickens, Las aventuras de Tom Sawyer y
Huckleberry Finn de Mark Twain, El diario de Gian Burrasca y
la saga de los libros de aventuras de Emilio Salgari, sobre todo Las
tigres de Mompracen, Los Piratas de la Malesia, Las dos
Tigres, El desquite de Sandokan y La reconquista
de Mompracen (ciclo de los Piratas de la Malesia). Por lo que remira
el ciclo de los Piratas de las Antilas, recuerdo de haber leído El
Corsario Negro, Jolanda, la hija del Corsario Negro y El
hijo del Corsario Rojo.
Con respecto a Oliver Twist, Las aventuras de Tom Sawyer y Huckleberry Finn
y el diario de Gian Burrasca, me idenfiticaba con las peripecias de niños que
afrontaban la realidad de su tiempo, que podía ser incluso terrible y dramática
como en el caso de Oliver Twist, muchacho indigente de padre desconocido que es
víctima de los engaños de la sociedad de su país. El libro es siempre cargado
de intriga y, afortunadamente, el desenlace es feliz, con el protagonista que
al final se convierte rico heredando una fortuna por parte de un anciano
pariente. Esta novela trata de oponerse a la idealización del delincuente común,
propia de los románticos, describiendo con una gran maestría y realismo los
bajos fondos londinenses. Son destacable los rasgos "pictóricos" que
se suceden a lo largo de toda la novela, preocupándose en todo momento de que
el ambiente quede reflejado en todo momento. La intención del autor es
mostrarnos la realidad que se vive, sin falsos escenarios.
Por otro lado, los libros de Salgari me fascinaban porque daban libre
abertura a mi imaginación y me permitían viajar en lugares lejanos y
fantásticos, gracias a las hazañas de los protagonistas con los que me
identificaba (el más célebre entre ellos Sandokan), que actuaban guiados por
ideales fundamentales como el amor, el odio, la amistad, la venganza, el deseo
de libertad. Ellos son audaces y valientes y no tienen miedo de enfrentarse a
los enemigos y a la muerte porque sin sus ideales de libertad y honor su vida
no tendría sentido y no merecería ser vivida. Sandokan por ejemplo combate
contra de ingleses, holandeses, portugueses, que exterminaron su familia y
codician riquezas y poder. Su objetivo es la libertad e independencia de su
pueblo y lucha sin temor para conseguirlo. Sin embargo, lo que representó un hito para mi formación han sido Pinocho de
Carlo Collodi y Corazón de Edmundo de Amicis, dos libros
conmovedores que hacen reflexionar.
El cuento de Pinocho es la historia del alma humana en su
viaje de evolución y desenvolvimiento espiritual. En el fondo, el muñeco
de madera va forjándose una conciencia que le hará humano. De igual modo, los
pequeños lectores comprenden que las malas experiencias ayudan al personaje a
perfeccionarse, y que la bondad, la conducta virtuosa y el estudio son las cualidades
que le aseguran un futuro feliz.
Corazón es otro clásico de la literatura juvenil italiana donde se
cuentan, en forma de diario, las vivencias y los sentimientos de un niño
italiano de 8 años, originario de Turín, llamado Enrique, en su escuela, con
sus compañeros de clases, intercalando cartas de sus padres y cuentos cortos
escritos por su maestro (relatos mensuales). Narra cómo experimenta situaciones
que le hacen ir creciendo emocionalmente. Es un libro pensado para conmover,
con fuertes imágenes de sacrificio y aguante al dolor (sobre todo en
los relatos mensuales) y en donde se destacan los valores familiares,
humanos y espirituales, la renuncia a los deseos individuales para
favorecer el bien social común y el patriotismo. Lo que también
me llamó la atención en este libro es la presencia, entre otros, de un
personaje de mi región, Cerdeña, es decir el denominado Tamburino Sardo. Él es
un soldado del ejército piamontés de apenas 14 años, cuya efectiva existencia
nunca ha sido demostrada, qué sobresalió por su coraje y valentía durante el
ataque de los austriacos hacia las tropas del Reinado de Cerdeña, en la
localidad de Custoza, cerca de Verona, en el 1848.
Tras esta fase de interés hacia varios libros de literatura juvenil, hubo
como mencioné antes un periodo de sequía donde me alejé de la lectura dando
prioridad a otras cosas que en ese tiempo consideraba más divertidas, debido a
varios estímulos que recibía desde el ambiente externo. Lo que me hizo acercar de nuevo a los libros fue un viaje a Inglaterra casi
al final de mi carrera de la escuela secundaria que despertó la pasión hacia la
lengua y cultura inglesa: empecé a leer biografías de músicos, actores y
deportistas de cultura anglosajón y después dicha pasión se extendió a los
libros más variados, aunque mi enfoque era más propiamente práctico en esa época.
En efecto, condición imprescindible era que fueran escritos en inglés así de
permitirme hacer progresos significativos en el dominio de la lengua. Por lo
general, mi interés era más orientado a la historia que a la literatura. Pero,
poco a poco, se reveló también para obras literarias: entre ellas, destacaban
clásicos como Los viajes de Gulliver de Swift, Robinson
Crusoe de Defoe, Dracula de Stoker, Frankenstein de
Mary Shelley y El extraño caso del doctor Jekyll y del señor Hyde de
Robert Louis Stevenson.
Durante el periodo de la Universidad el interés hacia los libros de
literatura inglesa aumentó aún más y recuerdo con placer escritores como Oscar
Wilde (El retrato de Dorian Gray) y Jane Austen (sobretodo Razón
y Sentimiento, Orgullo y Prejuicio y La Abadía de
Northanger). En estos años me acerqué también a clásicos de la literatura española como El
Quijote, Lazarillo de Tormes, La Celestina de
Fernando de Rojas y Tristana de Benito Pérez Galdós.
Además, volví a interesarme de autores italianos que en el periodo de
crisis de la escuela secundaria descuidé casi por completo, tal como Alessandro
Manzoni (Los novios) Verga (I Malavoglia, Rosso Malpelo, Mastro
Don Gesualdo), mi coterránea Grazia Deledda (Cañas al viento), Italo
Svevo (La conciencia de Zeno) y Luigi Pirandello (El difunto Matías
Pascal, Uno, ninguno y cien mil). Los novios, en particular, fue una novela que me pareció muy
aburrida en el periodo de la escuela secundaria pero que revalué en esta época;
siempre me gustó la historia, y en esta novela (la primera novela histórica en
Italia), lo que me llamó la atención fue que se desarrolla en un contexto
histórico real, y muchos episodios de la novela ocurrieron realmente: la
carestía y la peste que azotó Milán, las guerras que ensangrentaron el norte de
Italia, la figura de la monja de Monza. Manzoni para escribir Los novios se documentó muchísimo,
recogiendo documentos y crónicas de la época, y por eso la novela tiene un
valor histórico importante.
Pero, lejos de ser un mero trabajo de ficción histórica, la novela, teniendo
siempre como referencia la fe en la Divina Providencia y la confianza en Dios,
trata una variedad de temas: desde la cobardía, la naturaleza hipócrita de un
sacerdote (Don Abbondio) y la heroica santidad de otros (Padre Cristoforo, Federico
Borromeo), hasta la fuerza inquebrantable del amor (la relación
entre Renzo y Lucía y la lucha de estos novios para poder finalmente
reencontrarse y casarse), y ofrece algunas agudas observaciones sobre los
meandros de la mente humana.
En la actualidad, debido a mi creciente pasión por la historia moderna y
contemporánea, me dedico a lecturas sobre las dos grandes guerras y los
protagonistas que las caracterizaron, que analizan las consecuencias a nivel
social, geopolítico y económico y con un enfoque particular en el periodo del
Nazi-Fascismo y de la Resistencia en Italia (Historia de la Italia partisana de
Giorgio Bocca y Memorias de la Resistencia de Mario Spinella,
entre otras).
Además, he descubierto un autor como Manuel Vázquez Montalbán a través de libros como Tatuaje, Autobiografía del general Franco y Galíndez. En Tatuaje, hay que destacar que esta es la primera obra en la que el famoso Pepe Carvalho ejerce como investigador privado. Carvalho me llamó la atención porque es un detective privado con una personalidad compleja y contradictoria, cuyas aventuras sirven al autor para retratar, y a menudo criticar, la situación social, política y cultural de la sociedad española. Ex-agente de la CIA, de origen gallego, persona con una vasta cultura, tiene la cínica afición de encender la hoguera con uno de los libros de su abultada biblioteca. Vive en Barcelona, trabaja como detective privado y mantiene una relación con una prostituta llamada Charo. Vázquez Montalbán traslada a su personaje su pasión gastronómica de manera que no faltan en las novelas entusiastas descripciones culinarias de los platos que Carvalho cocina o degusta.
Además, he descubierto un autor como Manuel Vázquez Montalbán a través de libros como Tatuaje, Autobiografía del general Franco y Galíndez. En Tatuaje, hay que destacar que esta es la primera obra en la que el famoso Pepe Carvalho ejerce como investigador privado. Carvalho me llamó la atención porque es un detective privado con una personalidad compleja y contradictoria, cuyas aventuras sirven al autor para retratar, y a menudo criticar, la situación social, política y cultural de la sociedad española. Ex-agente de la CIA, de origen gallego, persona con una vasta cultura, tiene la cínica afición de encender la hoguera con uno de los libros de su abultada biblioteca. Vive en Barcelona, trabaja como detective privado y mantiene una relación con una prostituta llamada Charo. Vázquez Montalbán traslada a su personaje su pasión gastronómica de manera que no faltan en las novelas entusiastas descripciones culinarias de los platos que Carvalho cocina o degusta.
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