19 de marzo de 2017

AUTOBIOGRAFÍA LECTORA

Es importante empezar mi autobiografía lectora diciendo que, la lectura, cuando era pequeña, no era el modo en el que yo solía pasar el tiempo libre. Mi tiempo transcurría entre la gimnasia artística (me entrenaba 4 horas por día)  y mis amigos-vecinos de casa con los que jugaba por la calle. Sin embargo, en aquella época, los libros que solía leer eran los cuentos tradicionales (cuentos con los que crecieron la mayoría de los niños),  revistas que hablan de mansajes, maquillaje cinematográfico y de danza, y  a veces leía comics como Ratoncito o Dylan Dog, o algunos libros de poesía que encontraba en los estantes. 


















 Después de los 18 años,  con la inscripción, en la Universidad, al curso de Lenguas y Culturas Modernas, he empezado a disfrutar de algunos tipos de lectura. Lo admito, a mi el género narrativo no me gusta mucho, porque no soy una persona asidua en la lectura y, por lo tanto, si no sigo leyendo todos los días, suelo olvidarme de lo que he leído antes. Sin embargo, durante estos años he leído libros como:




Un libro que me recuerda la juventud es Robinson Crusoe de Daniel Defoe, novela de adventuras por antonomasia. Se abordan temas como el rechazo y la soledad.











Un libro juvenil que para mi fu, y sigue siéndolo, extraordinario y determinante es El Principito, de Antoine de Saint Exupery. Un libro de una ternura absoluta y que se necesita leer en cada etapa de la vida. Los valores contenidos en este libro son los más importante en esta vida.







Otro libro es Il Petalo Cremisi e il Bianco, de Michael Faber. Para leer ese libro se necesita tiempo y constancia, casi 900 páginas. 











En los años en los que estudiaba en la Universidad, leí  Don Giovanni in Sicilia, de Vitaliano Brancati, autor siciliano (de mi mismo lugar de nacimiento). Aconsejo este libro porque describe el estilo de vida, y los sicilianos, de manera idéntica a la realidad. Leyéndolo se pasa además un buen rato.










Otro libro interesante que  leí es Il Gattopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Libro muy descriptivo y fiel al estilo de vida que conducen los sicilianos.










Además leí la Celestina, de Fernando de Rojas; Don Álvaro y la fuerza del sino de Duque de Rivas; Lazarillo de Tormes; La vida es sueño, de Calderón de la Barca; Días de Reyes Magos, de Emilio Pascual; Memorias de una vaca, de Bernardo Atxaga, Raíz de Amor, de Ana María Pelegrín.






Para concluir, para mi fueron determinantes autores como Rimbaud, con sus Tutte le poesie, Le illuminazioni, Una stagione all’inferno, y Bukowski con Storie di Ordinaria Follia y L’Amore è un cane che viene dall’inferno.

 






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